Powered By Blogger

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Predicar y Curar

En este día las lecturas nos presentan una necesidad de curar y de expulsar los demonios interiores , creo que nunca antes hubo tanta necesidad en el mundo. Hay demonios difíciles de expulsar como el egoísmo , el odio el rencor  el resentimiento , la incomprensión ect.

En mi interior me pregunto varias cosas , como estas: Como le hizo para mandarlos tan rápido a hacer eso , apenas en el capitulo 4 Jesús empezó el ministerio y ahora en el 9 , mando a sus discípulos a curar y expulsar demonios. Esto es una enseñanza vital para mi por que creo que no se se necesita acabar un curso para ayudar a alguien a salir de su infierno , si bien es cierto que en curar es mas preferible mandarlo al doctor (Eclesiástico 38, 1-4) , y tal ves  nosotros orar y ayunar por el. En lo otro nosotros como discípulos estamos llamados a compartir lo que sabemos y emprender la acción.

Nuestra labor es informar a la gente  de que el: Jesús , los puede sanar, como lo vimos ayer , Escuchando y poniendo en practica la palabra.   Así de fácil , que tan difícil puede ser eso , pienso y me entristezco por apenas escribirlo y compartirlo con ustedes ahora , es que como era tan fácil compartirlo también lo era no hacerlo.

En la noche estuve hablando con Cuatemoc y le decía lo agradecido que estaba. le puse esta analogía , sentía que en mi Fe , era como el hombre ese que invitaron al buffet y el por miedo a pagar de mas (que se traduce en comprometerse) , solo comió frijoles con huevo , cosa que esta bien pero no aprovecho toda la gama de posibilidades y ahora siento que estoy aprovechando todo el buffet. ahora entiendo que la acción rápida de nosotros con nuestros hermanos ,esto hace que aprendamos y aprovechemos mejor nuestros talentos.

1.Convocando a los Doce, les dio autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar enfermedades;
2.y los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar.
3.Y les dijo: «No toméis nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni plata; ni tengáis dos túnicas cada uno.
4.Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta que os marchéis de allí.
5.En cuanto a los que no os reciban, saliendo de aquella ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos.»
6.Saliendo, pues, recorrían los pueblos, anunciando la Buena Nueva y curando por todas 



partes.








No hay comentarios:

Publicar un comentario